
Carlo Ancelotti lleva 19 partidos contra el Barça sin un solo empate. El duelo entre Madrid y Barça parece ser de todo o nada. No hay término medio, aunque un empate en Montjuïc favorecería más los intereses blaugrana. El Barça tiene dos de los tres resultados posibles que le van mejor, pero una derrota todavía le mantendría líder, aunque en algunos sectores de Madrid da la sensación de que LaLiga se acabaría si el Madrid gana. No. El equipo de Flick todavía estaría un punto por encima.
Los datos de la previa son impresionantes. El Barça tiene dos años menos de media de edad que los blancos (25,1 a 27,1) La plantilla de Flick posee a excelentes jugadores jóvenes procedentes de La Masia que han aflorado en los dos últimos años. Hay quien piensa que tanta juventud impide que el equipo pueda tener el oficio para gestionar finales de partido como el del Inter en Milán. Pero con los mismos chavales, el mismo Barça se pone 2-3 y remonta un 2-0, como hizo en el partido de la ida. En el fútbol hay fallos concretos que no pueden atribuirse a conceptos teóricos hilvanados en apasionadas tertulias. A veces no es necesario hacer análisis especialmente profundos cuando un punto de azar cambia las situaciones. Sí, el Barça falla ante el Inter al no gestionar los últimos minutos, pero es una cuestión global. Todo el mundo piensa que ya está en Múnich, todos. Y hay un poste de Lamine. Una jugada desafortunada permite la prórroga, pero no es fallo individual, es colectivo. El Inter marca en un contragolpe ¡en el minuto 93!
Seguro que habrá servido para aprender, pero no es el único equipo en el mundo esta temporada al que empatan o pierde en el último suspiro. Ahora tiene la posibilidad de olvidar pronto la Champions este domingo. En apenas cinco días es posible una enmienda que colocaría al Barça al borde de una Liga sensacional, en una temporada con doblete más Supercopa. Habrá que ver si el equipo se ha recuperado físicamente del tremendo esfuerzo del martes en Milán y ha superado el toque psicológico que significa no acceder a otro triplete. En eso trabajan Flick y el vestuario para romper el Clásico.