
Xabi Alonso ya está en su primer día efectivo como entrenador del Real Madrid. Después de muchas cábalas y rumores, el técnico vasco ha completado la sucesión de Carlo Ancelotti y se ha colocado la frente del primer equipo para establecer el inicio de una nueva etapa. Pero esos cambios traen consigo algunas modificaciones respecto de la forma que tenía el míster de Reggiolo de entender los entrenamientos y el trabajo con la plantilla.
Tanto es así que los futbolistas ya conocen de primera mano una de las reglas que Xabi Alonso cumplirá y hará cumplir a rajatabla desde el primer entrenamiento: la reinstauración de la disciplina en el Real Madrid. Todos los jugadores del primer equipo deberán estar presentes en la Ciudad Deportiva de Valdebebas a la hora designada para los entrenamientos y desplazamientos hacia el estadio blanco.
Aquellos que lleguen tarde, por mínima que sea la tardanza, deberán pagar la multa correspondiente. También serán debidamente aleccionados sobre la importancia de la puntualidad y la disciplina. El mayor castigo será quedarse fuera del siguiente partido… aunque sea un futbolista convocable. Incluso los titularísimos, como Vinícius y Kylian Mbappé, están sujetos a esta norma.
Cambio importante
Xabi Alonso ha dejado claro que no será un entrenador férreo ni de excesiva rudeza con sus pupilos. Pero eso no implica que no sea firme con sus decisiones y cumpla y haga cumplir las normas establecidas ahora que inicia su etapa al frente del primer equipo del Real Madrid. El nuevo cuerpo técnico merengue entiende que esa es la mejor forma de allanar el camino hacia las victorias constantes.
Especialmente porque ha funcionado en anteriores ocasiones. Además de los resultados favorables obtenidos en La Fábrica hace algunos años, así como en la Real Sociedad B, Xabi Alonso ha vivido en cuenta propia que la disciplina en el grupo del vestuario es una de las mejores herramientas para facilitar el entendimiento de un equipo. También lo ha aplicado exitosamente en el Bayer Leverkusen.
Nuevo camino
El Real Madrid intentó y consiguió su incorporación como sucesor de Carlo Ancelotti precisamente por sus éxitos y su forma de entender al fútbol en la entidad werkself. Así las cosas, los ejecutivos liderados por Florentino Pérez saben que están incorporando al banquillo local del Santiago Bernabéu un técnico versátil y cercano a los jugadores… pero con un código disciplinario forjado a medida que no acepta alteraciones de ningún tipo.
La disciplina aspira a ser uno de los elementos clave en la nueva configuración del primer equipo del Real Madrid. La junta directiva merengue ha depositado su confianza en el entrenador tolosarra con la idea de que reconduzca a los jugadores merengues a una senda ganadora que se ha perdido durante el presente curso futbolístico.