
El 7 de mayo, India lanzó un ataque con misiles que causó al menos siete muertos, en represalia por un atentado ocurrido el 22 de abril en Cachemira, donde murieron 26 civiles. El grupo responsable del atentado estaría vinculado a Pakistán. El primer ministro indio, Narendra Modi, calificó el ataque como terrorismo y prometió represalias severas. Desde entonces, las tensiones han aumentado con medidas diplomáticas como expulsiones, suspensión de visas y cierre de fronteras.
Este conflicto se enmarca en una disputa histórica por la región de Cachemira, iniciada en 1947 tras la separación de India y Pakistán. La región sigue siendo un foco de enfrentamientos entre dos potencias nucleares, lo que genera preocupación internacional por su impacto en la estabilidad global.