
La eliminatoria de Champions disputada el pasado martes entre Inter y Barça será recordada como una de las más emocionantes de la historia. Los dos conjuntos regalaron a los espectadores un auténtico espectáculo, digno de unas semifinales de la máxima competición europea. En clave azulgrana, tras la derrota, el FC Barcelona se dejó en Italia el sueño del triplete. El conjunto de Hansi Flick no alcanzó la final, entre otros motivos, por una defensa excesivamente débil.
Pese al buen nivel mostrado por los culés, en esta edición de la Champions League ha encajado demasiados goles. En diferentes ocasiones, se ha visto obligado a remontar a contracorriente, tal y como sucedió tanto en el partido de ida como de vuelta ante el Inter de Milán.
El FC Barcelona ha concedido a lo largo de la competición un total de 24 goles en un total de 14 partidos disputados. De esta manera, ningún equipo con este promedio de goles en contra ha llegado jamás a la final de la Champions.
En clave defensiva, uno de los grandes señalados del partido de vuelta ante el Inter fue sin duda Ronald Araujo. Hansi Flick tuvo que sustituir a Íñigo Martínez en el minuto 76 por precaución y entró en su lugar el uruguayo. Tal y como sucedió el pasado año ante el PSG y en distintas ocasiones esta temporada, el central tuvo desconexiones importantes y estuvo en el punto de mira en clave negativa.
Pese a la derrota, Flick se mostró contento por el juego de los suyos, pero al mismo tiempo triste por caer a las puertas de una final: “Estoy decepcionado, pero no con la actuación del equipo. Lo han intentado todo. Estamos fuera, pero el año que viene volveremos a intentarlo de nuevo y hacer felices a los aficionados y a todo el club”, sentenció.