
El petróleo Brent ha vuelto a los titulares. En tan solo unos días, el barril ha superado los 76,90 dólares con subidas acumuladas de más del 24% desde los mínimos del 30 de mayo. ¿Qué hay detrás de este repunte tan agresivo? Tres grandes fuerzas están empujando al crudo al alza… y pueden seguir haciéndolo.
1. Geopolítica al rojo vivo en Oriente Medio. La reanudación de hostilidades entre Israel e Irán ha encendido todas las alarmas en los mercados de energía. El Estrecho de Ormuz, por donde fluye cerca del 20 % del petróleo mundial, vuelve a estar en el punto de mira. Ataques a instalaciones petroleras iraníes y bombardeos en zonas estratégicas han llevado al Brent hasta casi los 78 USD por barril en operaciones intradía. El mercado interpreta esto como una amenaza directa a la oferta global.
2. Expectativas de la OPEP+ y equilibrio en la oferta. El bloque de países exportadores ha mantenido una postura firme respecto a sus recortes de producción. Las previsiones más recientes indican que el mercado podría mantenerse equilibrado durante 2025 en torno a un rango de 70–75 USD. Este “suelo implícito” ancla las expectativas alcistas, y cualquier sorpresa en forma de ajuste extra puede avivar aún más los precios.
3. Datos de inventarios y demanda global. Los informes semanales sobre reservas en Estados Unidos, junto con señales de debilitamiento o recuperación en la demanda mundial, siguen generando ruido. La semana pasada, una reducción inesperada en los inventarios estadounidenses sirvió de catalizador adicional para el alza del crudo.
El petróleo Brent se encuentra atrapado entre la incertidumbre geopolítica, los ajustes controlados de oferta y la fragilidad de la demanda. Si el conflicto en Oriente Medio se intensifica o la OPEP+ actúa de forma más agresiva, podríamos ver una ruptura alcista significativa. Pero si la demanda global se enfría o se estabiliza la situación en la región, podríamos volver a niveles de equilibrio. Hoy corrige con fuerza, con el RSI saliendo de zona de sobrecompra.