
Tras tres días de celebraciones en Venecia con motivo de la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez, el matrimonio se ha despedido la tarde del domingo de la Ciudad de los canales, del hotel Aman y de sus 200 invitados tras agasajarlos con múltiples veladas. La última fue la de la noche del sábado, cuando ofrecieron una original fiesta de pijamas.
Algunos invitados se ataviaron con vestimentas formales, pero otros se ciñeron al código de vestimenta luciendo encajes, pijamas y batines para la fiesta. Para la ocasión, la novia lució un bolso de mano engastado con pedrería blanca y negra en el que se podía leer “Mrs. Bezos” (señora Bezos). Se espera que los recién casado pongan ahora rumbo a su luna de miel, cuyo destino por el momento no se ha revelado.

Jeff Bezos y Lauren Sánchez en otra imagen el domingo durante su adiós a las celebraciones de su boda.
Descrita como la boda del siglo, el fundador de Amazon, de 61 años, y el experiodista, de 55, intercambiaron votos frente a casi 200 invitados en la isla de San Giorgio Maggiore en Venecia, Italia, el viernes. Las celebraciones comenzaron el jueves con el primero de los tres días de fiesta, una preboda que ya pronosticaba las grandes celebraciones, que han contado con actuaciones de artistas de la talla de Andrea Bocelli, Usher y la popular DJ estadounidense Cassidy.
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Durante el domingo se ha visto poner rumbo al aeropuerto a la mayoría de los invitados famosos que han acudido a Venecia para la boda de uno de los hombres más ricos del mundo. Las hermanas Kardashian, Orlando Bloom e incluso Bill Gates fue visto saliendo de la ciudad italiana, aún con aspecto alegre tras la extravagante boda de más de 72 horas.

Jeff Bezos y Lauren Sánchez antes de la fiesta de pijamas la noche del sábado.
Se estima que el fundador de Amazon se ha gastado en la boda la friolera de 45 millones de euros, una cifra millonaria al alcance del tercer hombre más rico del mundo. Unos 700 manifestantes se congregaron en la estación de tren de Santa Lucía con pancartas de protesta y agitando cocodrilos inflables ante la opulenta boda del magnate en Venecia.