
Con Mission: Impossible – The Final Reckoning, o Misión Imposible: Sentencia Final, en español, la franquicia finalmente cumple con su título y logra lo imposible. Esa misión que nos vemos obligados a aceptar es ver esta nueva película que no está a la altura de los altos parámetros a los que nos acostumbraron a lo largo del tiempo. Sentencia Final tiene todos los elementos de una genial película de Misión Imposible, con acción que ni imaginas, con arriesgadas decisiones para salvar al mundo, recorrida por diferentes lugares del mundo, y suspenso. Sin embargo, no llegan al equilibrio adecuado para que todo eso funcione en conjunto como sucedió con las anteriores películas. Lo que tienes, en cambio, es largo, y con un argumento pesado que remite a dos de las anteriores partes de la franquicia. Son escenas que casi te hacen olvidar todo lo demás. Casi.
Y eso es porque “todo lo demás” es mucho. Con una duración de casi tres horas Sentencia Final intenta actuar como secuela directa de Sentencia mortal de 2023 como final de la franquicia de 25 años y tratando de explicar cómo es que las misiones siempre son imposibles. Hay varios tramos de Sentencia Final que solo son sobre la dificultad de las misiones del equipo. Hay detalles y más detalles sobre lo improbable de que las piezas del complejo rompecabeza tengan su lugar. Algo que, por supuesto, sucede eventualmente. Pero la película se ocupa tanto de armar las misiones, que el ritmo se ve afectado. Se repiten cosas, hay secciones que se hacen superfluas, y luego también hay líneas de argumento a las que ignoran. Y para colmo, cada vez que se hace referencia a algo de las pelis anteriores, Sentencia Final las muestra así que acaba siendo un “ver de nuevo”, sumado a todo lo demás.

Cuando dejamos a Ethan Hunt (Tom Cruise) y su equipo, habían pasado por el infierno para conseguir una llave especial. Una llave que es lo único en el mundo capaz de matar a la Entidad, una inteligencia artificial imparable obsesionada con dominar al mundo. Ethan se entera de que la llave abre algo en un submarino desaparecido y por supuesto, eso es lo primero que tiene que hacer en la secuela.
Bueno, no en realidad. Porque pasa casi una hora y media para llegar a ese momento, mientras se arma el elaborado plan, parte por parte, y hay cantidad de tangentes. Ante todo, la película explica todo lo que pasó entre las películas, algo increíblemente denso. Luego, en un aparte, nos enteramos del plan de Ethan. Tiene que llegar a un barco en particular mientras el resto del equipo busca un lugar determinado, pero solo si el gobierno lo permite al enviar un mensaje misterioso entre viejos amigos, asegurando que llegue a un segundo barco donde espera que tengan una solución, que quizá no tengan. Es demasiado.
Hay escenas espectaculares, sí
Eventualmente, cuando ya la película te tira por la cabeza todo lo que tiene que suceder, ves a Cruise como Hunt que se sumerge para llegar al submarino y la escena es increíble, con tensión, suspenso y muchos giros en las expectativas. Es algo genial y durante unos minutos olvidas que llegaste a la mitad de la película.
A partir de allí, la peli avanza con una misión nueva y más imposible aún. Una misión en la que tienen que suceder todo tipo de locuras, y que dura lo que parece un siglo. En cada sección hay escenas de combate cuerpo a cuerpo que hacen que la cosa avance, pero la película depende mucho del suspenso y la anticipación hasta ver cómo los personajes y en última instancia, los creadores, lograrán lo que hace falta para salvar al mundo. La primera vez será el submarino y la segunda, tienes a Ethan colgado de un pequeño aeroplano que vuela. Esta escena también es espectacular. No puedes evitar el suspenso, y se produce un silencio completo porque en verdad es espectacular.

Pero la escena avanza, y sigue y sigue, y tu atención ya se dispersa porque empiezas a pensar por qué la película no resuelve lo de Gabriel y la chica de Ethan de la última peli. Y te preguntas por qué el personaje de Hannah Waddingham está en la película, y cómo es que reaparecen personajes, a veces en vistas del pasado para vincular todo a las películas anteriores, pensando si todo eso suma o resta. Piensas por qué están las imágenes de la salud de Ethan debajo del agua. Y por supuesto, no vamos a contarte el final, pero sí te decimos que deja algo que desear en términos del final de esta historia, y también de la franquicia en general.
Sin embargo, y a pesar de todo, hay algo inherentemente entretenido en esto de ver a estos personajes y sus misiones. Misión Imposible: Sentencia Final resulta repetitiva y frustrante, y hasta lenta por momentos. Pero no es aburrida. En ocasiones es un deleite, incluso cuando reitera algunas cosas. Es, casi seguramente, la película de Misión Imposible con menos acción tradicional, algo sorprendente porque todo lo demás es demasiado. Pero al menos en términos de acción, aquí la calidad compensa la cantidad. Gran parte de eso es porque el carisma innegable de Cruise se contagia al elenco. Y en esta ocasión son muchos los que siguen a Ethan como perritos falderos, en especial cuando se acerca el final.

Entre ellos tienes a Simon Pegg y Ving Rhames, con roles menores que en las anteriores pelis, pero cada uno con momentos brillantes. Hayley Atwell tiene un rol más importante en esta película, y encuentra su lugar. También hay una lista de actores con roles de reparto, y aunque a veces no tienen mucho que ver con la historia, su participación es bienvenida. Eso incluye a Angela Bassett como Presidente de EE.UU., a Tramell Tillman como capitán del submarino, a Nick Offerman como líder militar estadounidense, entre otros.
No puedes evitar el pensar que en algún momento, probablemente antes de que el título cambiara y dejara de ser Sentencia Mortal parte 2, quizá todo estaba más concentrado en una única historia que luego devino en algo más ambicioso. El problema es que la mayoría de las anteriores películas de Misión Imposible se sentían ambiciosas porque se centraban en algo determinado. Sí, a veces se tornaban confusas pero finalmente todo se resolvía y quedabas satisfecho. Esta película es más grande, más larga y compleja que todas las demás y sin embargo le falta esa cohesión que las anteriores sí tenían. Las dos grandes escenas son excelentes, y a todos los actores parece que les gusta estar en ese lugar, pero la mezcllla de nostalgia y narrativa nos dejó sintiendo que la próxima misión imposible de esta franquicia en realidad debería ser un borrón y cuenta nueva.
Coescrita y dirigida por Christopher McQuarrie, Misión Imposible: Sentencia Final llega a los cines el 23 de mayo.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.