
El circo ha llegado a la ciudad. O eso parece. Jeff Bezos y Lauren Sanchez ya disfrutan del show que han organizado con motivo de la boda de la pareja en Venecia. Un enlace y una generosa posboda para unos festejos que, según se cuenta, le ha costado entre 10 y 30 millones de dólares al fundador de Amazon. Nada que pueda inquietar al tercer hombre más rico del mundo.
Bezos y Sanchez llegaron el miércoles a Venecia, y lo hicieron como dos estrellas de Hollywood. Flashes por todas partes. Ellos saludaron encantados, claro. Y es ahora cuando arranca la boda de verdad. O de mentira, según se mire. Porque dicen que igual hasta es una boda ‘fake’, pues aquí no falta de nada. Resulta que ‘Page Six’ ha informado que la pareja podría haber llegado a Venecia ya casada en virtud de la firma del acuerdo prenupcial.
Muy a su pesar, Jeff Bezos y Lauren Sanchez renunciaron a hacer una entrada triunfal en Venecia a bordo de su yate de 127 metros de longitud, pues los canales de Venecia no está para semejante desembarco. Lo hicieron en helicóptero tras dejar el barco aparcado en Croacia por cuestiones de seguridad y en contra de sus deseos. Siguieron el consejo de su equipo, vistas las fuertes protestas que en la ciudad ha generado semejante boda.
Un tipo que solo tenía dinero
La pareja ha alquilado para el fin de semana el hotel Aman. Todo enterito. Siete estrellas como siete soles y a razón de 11.000 euros la habitación por noche. Por ese precio, es fácil imaginar lo que se incluye: vistas al hermoso puente de Rialto, frescos de Tieopolo, acabados de Sansovino, porcelana fina, cubertería de plata… Y es solo es uno de los cinco hoteles de la misma categoría que han reservado para su séquito y sus invitados.
La jornada de este viernes ha incluido fiesta en el Teatro Verde de la isla de San Giorgio, frente a la plaza de San Marcos. La pareja se ha puesto fina y romántica, incluyendo un dress code de ‘El gran Gatsby‘, aquella obra literaria de Scott Fitzgerald -con un par de versiones cinematográficas no demasiado afortunadas- que trataba de la desdicha sentimental de un hombre que solo tenía dinero. Qué cosas.
Esa será la fiesta nupcial propiamente dicha y ahí es donde se espera que haga su aparición el anillo con un diamante de 30 quilates deslizado por el dedo de Lauren Sanchez. Una piedra valorada en 5 millones de dólares que Bezos ha regalado a su amadísima mujer. También habrá un concierto de Matteo Bocelli y, por supuesto, unos fuegos artificiales para culminar la larga ceremonia, que es algo que se lleva mucho en las bodas de multimillonarios estadounidenses.
La posboda
¿Y cómo será la posboda? Ya se sabe que el plan del sábado será en el Arsenale. Es allí donde se celebrará el último vals, con un baile de máscaras estilo Settecento. De nuevo, las protestas han obligado al traslado desde la Scuola Grande de la Misericordia, como era su deseo inicial. Está en el centro y no estaba garantizada la seguridad. El ayuntamiento se ha llevado 200.000 euros por el alquiler. De nuevo: Bezos lo paga con gusto.
Todo sea con tal de que los 250 invitados de Bezos y Sanchez se vayan de Venecia con la sensación de haber asistido a un show exclusivo. Desde Ivanka Trump a Orlando Bloom (sin Katy Perry, que se han separado), desde Oprah Winfrey a Bill Gates, desde Rania de Jordania a las Kardashian… Y se supone que por los canales también andan Lady Gaga, Elton John, Mark Zuckerberg, George Clooney, Anne Wintour, Dolce y Gabanna y también Leonardo Di Caprio, que fue Gatsby en la última versión cinematográfica.
Los invitados han recibido una bolsita de bienvenida con chuches típicos venecianos y un cáliz-bombonera en vidrio de Murano de diseño exclusivo. Ah, y los novios les han dejado una nota en la que ruegan que no hagan regalos y que ellos realizarán una donación en su nombre a Venecia (¿con derecho a estatua?), ese «lugar mágico que nos ha dado momentos inolvidables».