
La acerera japonesa Nippon Steel se mostró este jueves satisfecha con los términos de su compra de U.S. Steel, que incluye una acción dorada para el Gobierno estadounidense, dada la importancia estratégica creciente de la firma en un momento marcado por los elevados aranceles del país norteamericano al acero.
El acuerdo final “garantiza los dos elementos esenciales de la inversión empresarial: la libertad de gestión y la rentabilidad, y estamos muy satisfechos”, dijo el presidente de Nippon Steel, Eiji Hashimoto, en una rueda de prensa celebrada en Tokio horas después de anunciar que se ha completado la compra.
Así, U.S. Steel ha pasado a ser una subsidiaria de propiedad absoluta de la empresa japonesa, en una operación valorada en unos US$14.100 millones.
Finalmente: Nippon Steel logra comprar a su par US Steel en millonaria transacción
Hashimoto aseguró que la adquisición ha salido adelante gracias a la coincidencia entre el objetivo de la empresa, expandir sus operaciones a gran escala en EEUU, y el objetivo del gobierno estadounidense de reactivar su industria manufacturera.
“La anterior administración Biden, que priorizó las relaciones con los sindicatos, rechazó la propuesta sin razón, pero la administración Trump ha tomado la decisión correcta”, aseguró el directivo nipón, según declaraciones recogidas por la cadena pública japonesa NHK.
EEUU “es un mercado muy atractivo y seguirá creciendo”, sobre todo en lo que respecta al acero de calidad, lo que el japonés considera que lo convierte en un mercado “prometedor” para minimizar el impacto de las exportaciones de bajo precio procedentes de China.
Para Hashimoto, la compra “es una estrategia necesaria y eficaz para que nuestra empresa vuelva a la cima del mundo, pero, al mismo tiempo, es la única manera de que U.S. Steel renazca y se desarrolle, por lo que es una situación en la que todos ganamos”.
El nipón afirmó, además, que, si bien la adquisición de U.S. Steel por parte de Nippon Steel debería beneficiar a la mayor economía del mundo, considera que los aranceles comerciales actuales no reactivarán su sector manufacturero.
“Acción dorada”
La operación, que había estado paralizada durante meses, salió adelante tras incluir una acción dorada para el Gobierno de EEUU que le permite nombrar a un director independiente para U.S. Steel e impedir que la matriz japonesa traslade su sede, cambie su nombre o cierre o suspenda cualquier fábrica en EEUU sin consentimiento del presidente, de acuerdo a los derechos de veto que han trascendido.
Esta influencia otorgada a la Administración estadounidense sobre la gestión de U.S. Steel ha generado dudas sobre si Nippon Steel será capaz de generar beneficios acordes con la enorme inversión de la operación manteniendo su libertad de gestión.
El presidente de Nippon Steel dijo que aceptaron de buen grado la intención de Washington de supervisar la ejecución de la inversión y ellos mismos propusieron plasmarla “de forma clara y concisa” como una acción dorada, y se mostró convencido de poder conseguir el apoyo de la Administración Trump para su pronta implementación.
Hashimoto señaló que otro factor clave fue el establecimiento de un cronograma concreto para todos los proyectos que habían planeado, entre ellos la expansión de las fábricas donde trabajar empleados no sindicalizados y la introducción de productos estratégicos como láminas de acero eléctricas.
Tendencia al proteccionismo
En relación con el proteccionismo esgrimido por EEUU, el empresario japonés considera que la respuesta de la Administración Trump no es única, sino que se enmarca en una nueva tendencia global.
Cabe destacar que mientras ambas empresas proseguían con las negociaciones, Donald Trump apuntó a razones de “seguridad nacional” para bloquear la venta de U.S. Steel a Nippon Steel.
“Esta nueva tendencia busca que el gobierno fortalezca su participación en la economía y en los negocios a través de la política industrial, alejándose de la postura de dejar la responsabilidad en manos del sector privado y del mercado”, dijo Hashimoto, que considera que los crecientes riesgos geopolíticos y la descarbonización tienen mucho que ver en esto.
Son dos cuestiones, señaló el empresario, que “no se pueden resolver si la cooperación entre los sectores público y privado”.
“Japón debe mantener firmemente el principio de la diplomacia económica, que consiste en mantener normas justas para el comercio y la inversión, mientras responde eficazmente a las nuevas tendencias. Esto es lo que hemos aprendido de este caso”, agregó.
En una rueda de prensa separada, el portavoz gubernamental nipón, Yoshimasa Hayashi, calificó la operación como “un caso simbólico” de inversión global y dijo que el Gobierno japonés considera que “fortalecerá la relación económica entre Japón y Estados Unidos” y sus vínculos como socios comerciales.