
El FC Barcelona consiguió alzarse como campeón de La Liga tras ganar al Espanyol (0-2) en el RCDE Stadium. El equipo blaugrana consiguió su vigesimoctavo título liguero a falta de dos jornadas de competición gracias a una temporada muy regular en la que han destacado varios nombres propios como Lamine Yamal, Pedri o Cubarsí, entre otros.
El partido empezó con suspense tras que un coche superó el cordón policial y arrolló a un grupo de seguidores pericos a las afueras del partido. Algunos de ellos resultaron heridos y tuvieron que ser atendidos con urgencia.
La afición del Espanyol intentó parar el partido tras lo ocurrido, pero se acabó jugando. En la primera parte del encuentro, el equipo de Manolo González puso las oportunidades en la primera parte con dos errores clarísimos de Urko González y Javi Puado delante de Wojciech Szczęsny.
El guion del partido cambió totalmente cuando apareció Lamine Yamal para anotar la primera diana, dejando a Joan García sin poder hacer nada. El Espanyol no tiró la toalla, pero con la expulsión de Leandro Cabrera, tras un golpe en la barriga al ’19’ blaugrana, la remontada era cada vez menos probable.
El conjunto perico se volcó al ataque dejando muchos espacios atrás, y Fermín no desaprovechó la oportunidad para sentenciar el encuentro y la liga.
Con el pitido final del colegiado Soto Grande, las miradas estaban puestas sobre el césped del RCDE Stadium para ver cómo celebraban los jugadores el título, ya que hace dos temporadas los jugadores tuvieron que salir corriendo después de que algunos aficionados del Espanyol invadiesen el campo.
El Espanyol decidió activar los aspersores para evitar la celebración culé y algunos futbolistas del Espanyol se encararon con los blaugranas, debido a que estaban festejando la victoria. Al verlo, Flick le pidió a todos sus jugadores que entrasen al vestuario a celebrar el título.
El director de ‘Tiempo de Juego’, Paco González intentó explicar el gesto del técnico alemán con sus jugadores: “La postura de Hansi Flick es la que me hace dudar a mí de si está bien celebrar o si está mejor meterse al vestuario y no montar el lío“.
Por otro lado, quiso remarcar que “al final, ni vuelta de honor, ni fiesta, ni baile, ni nada. Solo unos abrazos que han sido cortados abruptamente porque han aparecido varios jugadores del Espanyol“.