
Como Melody y Broncano, como Revilla y Juan Carlos I, como Vargas Llosa y García Márquez. Donald Trump y Elon Musk se han peleado y el segundo ha abandonado el Gobierno de EEUU.
Como algunas relaciones, esta llegó a su fin por factores económicos. El dueño de Tesla expresó su “decepción” por el megaproyecto fiscal y presupuestario del republicano y anunció su marcha.
Lejos quedan ya los recuerdos de los Tesla en la puerta de la Casa Blanca, Musk haciendo el saludo fascista o el chiquillo del magnate correteando por el despacho oval.
Como los problemas de matemáticas del colegio, dos trenes se iban cruzar en algún momento y el choque ha llegado apenas unos meses después de que salieran de la estación.
Los tuiteros han optado por el camino del cachondeo para comentar el fin de la aventura de Musk en la Casa Blanca, ya que no les ha pillado demasiado por sorpresa. Era, al fin y al cabo, cuestión de tiempo.